Fidel no lo llevaba en los genes, después de fracasar rotundamente como exterminador de roedores, se dedicó a encantar a su mascota, Max. Fidel, mientras tocaba, sólo pensaba en cuan desilusionado hubiese estado su tatara-tatara-abuelo, el flautista de Hamelin.
Estamos buscando escritores a los que entrevistar en nuestro blog para una nueva sección que comenzará a partir del mes de septiembre, así saber sobre sus proyectos y sus cosas. Si quieres ser uno de esos escritores, pásate por el blog y déjame un comentario.
ResponderEliminarhttp://tamaravillanueva.blogspot.com.es/
Gracias por venir a mi blog, ya estas añadido en la pestaña de seguidores, ahora bien... ¿te apuntas a la entrevista? Te la mandaría al correo.
ResponderEliminarjajaja, mejor encandilar al perro que a las ratas jejeje, yo al menos lo preferiría. Un besazo.
ResponderEliminarVengo del blog de Tamara y cuando leí tu historia y la vi la imagen del perro me enamore de tu blog. Me encanto tu ingenio un beso y te me cuidas.
ResponderEliminarGracias por el comentario, se agradecen tus palabras.
EliminarHola Fabián... leí la entrevista que te hizo Tamara... y la verdad es que me gustó
ResponderEliminarHe visto que te has hecho seguidor de la Estación... gracias y aquí me tienes