lunes, 26 de noviembre de 2012

Amor Carnal


- Ingrid antes de que sea casi imposible y aprovechando esta hermosa noche, debo decirte algo... -dijo Felipe mirando nostálgico al cielo.

- Ohh, claro soy toda oídos – Ingrid con una sonrisa le toma la mano al ver como temblaba.

- Siempre he leído poemas sobre el amor y cosas por el estilo, y como esas personas llegan a compenetrarse tanto que nada los separa –el temblor de Felipe aumentaba- bueno... yo por ti siento...
Las nubes de la noche comienzan a disiparse lentamente, aclarando la noche y hacer visibles las perlas de sudor en la frente de Felipe.




- Siempre me gusta salir contigo y que pienso que nada de lo que pueda ocurrir en adelante me hará cambiar de parecer, aunque no lo creas – Felipe comienza a tomarse el estómago-.

- Tranquilo Felipe – Ingrid al conocer la timidez de Felipe le toma la otra mano, dándole la confianza para que continúe hablando-.

- Sé que este es un punto sin retorno, que después de esto nuestra amistad puede desaparecer...

- Continúa Felipe, no tengas miedo-le anima Ingrid.

-  Ingrid te amo, y este sentimiento me ha llevado a esta situación –Felipe mira la Luna llena que se escapa de las nubes-, pero es la única manera de tenerte para siempre, que seamos uno -comienza con retorcijones notablemente dolorosos-.

- ¿Qué ocurre? me asustas- Alcanzó a decir Ingrid antes de soltar las manos de su nuevo amor.

 En esos últimos momentos Ingrid alcanzó a conocer los dos grandes secretos de Felipe, primero que estaba locamente enamorado de ella y el segundo, lamentablemente, era un caníbal Hombre Lobo.

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